miércoles, 22 de mayo de 2013

Seriedad

R.V.-
Cuando prestar un libro es despedirte de él para siempre.
Cuando hacer obra en casa es entregarte a Belcebú (pero además con jeta).
Cuando detectas que te has convertido en tal experto en escuchar milongas que a la primera nota ya sacas la canción. 
Cuando te autoregalas una y otra vez eso de 'debo de tener cara de idiota'.

Detrás de todas situaciones hay un... ¿cretino caradura? Posiblemente. O no. No necesariamente. El común denominador es "falta de seriedad".

De eso es de lo que yo quería hablar, de la falta de seriedad. 

Sí, sí, esa frase de "ya no queda gente seria" que tanto hemos escuchado a nuestros padres... Empezamos a repetirla nosotros. ¡Yo hay temporadas que no la apeo!

Y es que la frasecita, por desgracia, es de rabiosa actualidad. Tengo la sensación de que mires a la profesión a la que mires, serios son cuatro. O seis, igual me da. 

Y como la gente seria escasea en esta fecha astral, cuando una agarra uno de esos seres en peligro de extinción.. pues oye, que no lo suelta ni aunque al tiempo le estén haciendo cosquillas. 

Soñé una noche que la crisis iba a barrer del mapa del mercado laboral y humano a los cantamañanas, jetas, nubecitas, engañadores de sí mismos, vagos y demás ralea que pueda entrar en el cajón de "gente no seria", pero... me temo que no ha sido así. Y encima, inri al cubo, esa misma crisis que hace máster para eterna, se ha cargado (y sigue) a unos cuantos de los que sí son serios, empresarios y trabajadores.  Porque el mundo está así montado, señores. Ser serio hoy en día es casi sinónimo de tonto. 

Y claro, ya se sabe que el tonto.... no prospera.

sábado, 18 de mayo de 2013

Lealtad: ¿quién compra?


R.VALLE.- En la escala de valores que nos mueve, pongo arriba la LEALTAD. Gran valor de valores hoy al ras de charco en esta sociedad nuestra.

Cuanto más una madura a fuerza de obligación y años que corren, más se abraza a este valor. Sin buscarlo. De forma natural. Ese situarse a un lado o a otro. Con los tuyos. Para eso, hay que tener claro quiénes son los tuyos e irlos enterrando y pariendo, el ciclo de renovación del grupo, que daría para otro post. Es a ritmo de bofetadas y de sorpresas, como ese set de los tuyos se actualiza.

Mi apuntadora Wikipedia, aliada de expertos en nada y picoteadores de todo que los periodistas somos, y que nunca me falla por mucho que esté mayor (la Wikipedia, digo), me devuelve sobre la lealtad trazos de una definición que voy a tratar de revisar, con el propósito terapéutico de reforzar unos frentes y hacerles fush-fush a otros. ¿Conviene o no conviene ser leal en estos tiempos? ¿A quiénes y a qué? Vamos a ello:

¿Con muchos?
Wikipedia: "La lealtad es una obligación de fidelidad que un sujeto o ciudadano le debe a su estado, gobernante, comunidad o a sí mismo". Tacho "estado". Tacho "gobernante". ¿"Comunidad"? Hummmm... Aquí meto tijera y me quedo con "parte-de-mi comunidad". Me sobra gente. Sigue la wiki"[...] en pocas palabras es serle fiel a una persona hasta la muerte". Esta máxima ya no la cumple ni San Pito Pato. ¿Quién es hoy leal a nadie hasta la muerte? Si vivimos en la era del cambio permanente donde las toallas se tiran y se sustituyen por otras a velocidad de jaguar. Igual para actualizar esta afirmación hay suavizarla y suprimir lo de "hasta la muerte", que más que a lealtad suena a amenaza o directamente a yugo.

Sigamos. Wikipedia: "La lealtad es un valor que básicamente consiste en nunca darle la espalda a determinada persona, grupo social y que están unidos por lazos de amistad o por alguna relación social, es decir, el cumplimiento de honor y gratitud [...]" De esta definición no elimino ni una coma. Estar-con, dar, apechugar, respetar, hacer piña con los tuyos, responderles con la misma (buena) moneda. En casa, en el trabajo, con los amigos. Si esta sociedad fuese más leal igual la palabra crisis no estaba ya de actualidad. Probablemente. 

Wikipedia (sobre la lealtad): "Es una virtud que pertenece a una esfera elevada del ser humano, donde se gestan los valores morales y éticos". Está en la parte grande de nosotros. Por eso algunas personas no la tienen (lealtad). Porque algunos hombres carecen de parte grande; todo chico y justito en su interior. Ay, si Santo Tomás, Platón, Aristóteles y otros padres de la ética y la moral levantasen la cabeza. Se darían con la lápida del todo vale y voy con los de la fiesta y vuelvo con los de la romería. ¿Qué pensaban ellos sobre la lealtad? (lo apunto por si alguien quiere investigar y aportar sobre el concepto de la lealtad en la ética y la moral de aquellos primeros pensadores). 

"La lealtad tiene que ver con el grado de respeto que cada ser humano tenga hacia sí mismo, como consecuencia a sus semejantes". Y aquí encontramos una buena explicación de la falta de lealtad de la que nuestra sociedad adolece. Con la autoestima vapuleada por el empleo que languidece, el amor que nunca fue menos alcalino que hoy, un Gobierno despistado (por ser blanda)...¿cómo voy a quererme? ¿Y si no me quiero a mí mismo, cómo voy a querer a los demás? 2+2= mal vamos. Habrá que esforzarse por ser leales para salir de ésta.

"La lealtad, tiene que ver con lo interno, no con aquello que es impuesto desde las normas. Es una conducta netamente moral, que pone de manifiesto al ser humano guiado y gobernado por su Alma, que no necesita ninguna presión de afuera porque actúa conforme a su ética y dignidad". Esta parte del concepto me encanta. Que de imposiciones vamos sobrados. La lealtad nos hace fuertes por dentro, esa superioridad que uno siente intramuros frente a otros superfluos y que le confiere seguridad y la tranquilidad, cuando vienen las pedradas o las zancadillas de la vida, las frustraciones, de que uno está donde tiene que estar.

Definitivamente la compro. Me la quedo.