jueves, 16 de febrero de 2012

Roberto Díaz de Orosia retoma su serie pictórica del Antroxu inspirado en las acuarelas de los alumnos de la Escuela Infantil El Bibio


El pintor gijonés crea una veintena de obras inéditas de personajes antroxeros a partir de las manchas de color con que le obsequian los niños en una visita a su taller de la Casa Rosa
La iniciativa se enmarca dentro de un innovador proyecto de arte de la Escuela Laboral en torno a la figura del autor plástico

ROSA VALLE.- Mañana, 18 de febrero, cuando los peques de la Escuela de Educación Infantil El Bibio, de Gijón, posen ante los fondos murales que ellos mismos han pintado con sus pequeñas manos imitando los cuadros Mascarada  y Carnaval en Gijón -obra del pintor Roberto Díaz de Orosia (Gijón, 1948)-, culminarán casi dos meses de innovador proyecto de educación y arte en torno a la figura del autor asturiano. Un proyecto del que el balance no puede ser más positivo, según constata la directora de la Escuela Laboral Infantil, Mari Cruz Collado, y con el que el carismático artista plástico se ha volcado. Muestra de la implicación de Díaz de Orosia con la iniciativa artística de El Bibio son la veintena de cuadros que el pintor ha creado ex profeso, espontáneamente, a partir las tantas manchas de color que los alumnos le regalaron en una de sus visitas a la Casa Rosa del creador en La Guía.


Una chica de can-can, un oso, unos caballos, unas flores, unos arlequines… Es asombroso ver cómo de unas manchas que componían un dibujo abstracto, confeccionado a acuarela por unos niños de 3 años, el pintor gijonés, con su técnica rápida de grandes manchas de pigmento, saca unas u otras figuras. Los niños le entregaron un dossier gráfico con sus creaciones escolares y él les devolvió el gesto presentándose recientemente por sorpresa un día en el centro con las pinturas que la obra de los niños le ha inspirado.

Luego, en las aulas, los niños han bautizado esas obras inéditas de Roberto Díaz de Orosia como La chica del vestido azul, Hipopótamo, Gatita o Flores, entre otros nombres. En fin, con la realidad física que ellos identifican, bajo su prisma infantil, en esos cuadros inéditos.
El pintor, con su “magia”, trasladan las docentes del centro, ha conquistado a los niños, que, a raíz del proyecto, le agasajan cada vez que se lo cruzan por la calle y que no pueden estar más contentos con el regalo gráfico y la atención con que el artista ha correspondido su limpia y entusiasta entrega a su obra.
Génesis del proyectoEl origen del proyecto educativo de El Bibio en torno a Roberto Díaz de Orosia se remonta a la reunión que el equipo docente tuvo a finales del pasado curso para enfocar la programación del presente. El arte es una constante en la agenda educativa de El Bibio. Surgió la propuesta del pintor gijonés y rápido hubo ‘quórum’. A favor de la propuesta de Díaz de Orosia jugaban  varios factores: pintor asturiano, accesible, costumbrista, con un contenido plástico muy adecuado para trabajar en las aulas a edades tempranas y que h a abordado prolijamente el carnaval y también los bodegones en una etapa clave de su obra.

Así que en enero y febrero, Roberto Díaz de Orosia, a través de sus cuadros del Antroxu, para los chavales de 2 a 6 años, y de sus bodegones, para los menores de 2 años, se colaba en las aulas del reputado centro gijonés de Educación Infantil.
Son los benjamines de 0 a 2 años quienes han trabajado en torno a los bodegones, ya que las frutas son para ellos “algo que conocen, que prueban y chupan”, un elemento “más sensorial” que las sevillanas, payasos o diablos de los cuadros de El Antroxu, explican desde la escuela. De hecho, estos grupos se disfrazarán de frutas el próximo viernes.
A partir de 2 años, la inspiración vía Roberto Díaz de Orosia para los ‘artistas’ de El Bibio ha sido la cromática carnavalera del creador en la década de los 80 y principios de los 90. Entre las distintas acciones metodológicas desarrolladas en el marco del proyecto de innovación, destaca, por ejemplo, un taller de fotografía y pintura, en el que los alumnos, pintaron con tizas el cuadro Mascaritas (1992) de Díaz de Orosia sobre sus propios autorretratos y, finalmente, lo fijaron con laca.
El cooperativismo, la elección democrática por parte de los propios niños, la participación de toda la comunidad educativa… son características que se repiten en todos los proyectos educativos de la Escuela Laboral Infantil El Bibio. Los alumnos han elegido ellos mismos de qué personaje de los que aparecen en los cuadros del Antroxu se quieren disfrazar y, así, han ido apareciendo sevillanas y sevillanos, diablos, arlequines o soles, que las familias han llevado a la tela, en los talleres que, como es tradición en estas fechas, se desarrollan en el centro.
Los menores también aportan su parte al disfraz, manos a la obra en las aulas, sobre todo con los complementos: collares, cuernos, rabos, tridentes, etc.
El resultado de este trabajo en equipo entre niños, familias y educadoras son unos originales y meritorios trajes de carnaval, que el próximo viernes los convertirán en personajes pictóricos de Díaz de Orosia, cuando posarán ante las torres del Palacio de Revillagigedo y las sombras de color de Mascarada, en su especial y artística fiesta de carnaval escolar.

Por su parte, los alumnos del segundo ciclo de Infantil (3 a 6 años), han trabajado también el proyecto desde la lectoescritura. Cada uno ha tenido que confeccionar un dossier individual sobre la figura del artista plástico gijonés, con la información aprendida.
Anterior al proyecto en torno a Roberto Díaz de Orosia es  el proyecto artístico que marcó el pasado curso escolar en El Bibio. Tuvo por eje a la artista asturiana Paula Fernández. Mediante pantis de mujer preñados con frutos secos, hojas de árbol y otros elementos naturales convertidos en arte, grafitis, botellas de colores que colgaban de los árboles, setas de papel o espirales humanas, los alumnos reprodujeron libremente obras de artistas contemporáneos de distintos países, como Cy Twombly, Angela Bulloch, Katharina Grosse, Trevor Reese y Ernesto Neto, entre otros. El resultado técnico y visual fue recopilado por el centro en una edición fotográfica bajo el título Arte en El Bibio.
Los campamentos de verano que organiza el centro, con la colaboración de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, son otros de los espacios artísticos que la escuela de El Bibio abre a los pequeños dentro de su proyecto docente.

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