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viernes, 8 de febrero de 2013

Transgredir con cara de 'gatu'

R.V.- Si el Antroxu ye irreverencia, transgresión, guasonería…, que este año nos pongan ración doble. Porque vamos a necesitarla. Quién se acuerda ya del sentido contra-religioso, de desfogar de cara a la austera Cuaresma. Hoy la mascarada de febrero cobra otro sentido.

Con los años, las obligaciones y unos cuantos trasiegos echados a la chepa, pues un@ se vuelve más perezosón para esto de cambiar de traje y poner cara de perru o de Dracu-Laura. Pero, cachis, esta tradición tan terapéutica bien vale un esfuerzo. Sacudamos la vagancia y a revolver el trasteru y perder la vergüenza.

Cuando yo era guaja nunca entendí por qué mis padres jamás se disfrazaban. Quiero predicar con el contra-ejemplo.

Que ni las telarañas de la cartera, ni el esperpento nacional ni el futuro color boina nos amarguen la fiesta.

¡Tod@s a antroxar!

P.D= Sin ser mi preténsión, me ha salido un pregón.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Música para el pueblo con el pueblo

ROSA VALLE.- Debe de ser todo un punto la estampa: padres e hij@s aprendiendo juntos los rudimentos del lenguaje musical en una misma aula. Grandes y pequeñ@s enzarzándose por culpa de ritmos, notas y partituras. Los mayores disimulando su ignorancia musical (“yo esto lo sabía, pero se me olvidó”) y los pequeños resoplando, los ojos hacia arriba (“si es que…”). Y con estas familias, e infinita paciencia y vocación, Toño Fernández, director de la Banda de Música de Villaviciosa, trompetista y más cosas que tienen que ver con el viento, la enseñanza y las melodías. Que estos músicos, currantes pluriempleados y amigos de liarse en mil frentes, suelen andar en varias aventuras (enseñan en distintas escuelas, dan clases particulares, tocan en diferentes formaciones…).
Yo ya digo que lo de la Escuela de Música de la Banda de Villaviciosa en Quintes -los jueves por la tarde son las clases en la sede de la Sociedad Cultural Recreativa Clarín -tiene un reportaje guapo. Lo dejo caer por si topo con algún lector-plumilla.
Hablaba de la santa paciencia y vocación de Toño, la persona que ha dado un giro a la banda municipal maliaya. Rodeado de un jovencísimo equipo (buena parte, niñ@os) ha sabido mover su batuta con acierto para aglutinar a políticos, padres, chavales, asociaciones y vecindad en torno a su proyecto musical. Aquella ‘banda de Toño’ que hace un escaso año debutaba en un concierto en Quintes aún sin bautizar (cierto que no tenían nombre; la que firma no sabía entonces cómo presentarlos en su estreno oficial en la iglesia de Quintes en diciembre de 2011) celebra su primer cumpleaños convertida en capital de la banda municipal, con un proyecto educativo  – la escuela- , mucho entusiasmo y, lo más importante para un músico, el reconocimiento de su público.
Tenían que haberles visto (algunos tuvimos la suerte) ayer, sábado 24 de noviembre, en el concierto en honor a Santa Cecilia que ofrecieron en el Teatro Riera. Salieron a hombros. Conquistaron. Ellos y sus colaboradores, la Gigia Sax Band, dirigida por Juan Antonio Menéndez, saxofonista y director de la Escuela de Música de Viesques. Los dos directores y músicos casan bien. Son de la misma “escuela”. Entiéndanme, lo que quiero decir es que comparten onda educativa. Fuera del séquito de ‘la música con sangre entra’ tan vivo aún en esto de la enseñanza musical en algunos profesionales que quizá sepan mucha música pero poco de cómo enseñarla, que acaban matando el amor por la música (si no el amor propio) en tantos chavales. Mucha técnica y poca pedagogía, poca mano izquierda y alegría, caray. ¿Acaso no es eso la música (alegría)? No es el caso – no es éste el déficit- de Toño y Juan.
Un placer la conexión y complicidad que ambos tienen con su gente (sus músicos), ellos entre sí y su gente con su gente. A la vista estuvo en el concierto de Santa Cecilia en el Riera. Simbiosis que se percibe natural y que como tal la transmiten y llega.

A esta banda que ahora se apellida ‘de Villaviciosa’ le gusta innovar y tocan para TODOS. Innovación y café para todos no están reñidos. En su repertorio hay sitio para los mayores, guiños juguetones para los niños, fuerza y viveza para despertar a quien iba con intención de echar una cabezadita, temas modernos para divertir a los jóvenes y no tan jóvenes… El viento más clásico con la percusión y la voz destilaron versiones irrepetibles por cuanto únicas en su interpretación de  composiciones de Prince (Purple Rain), J. Cristopher y M. James (Always on my mind) u Orzabal y Roland (Woman in chains).
 
En el momento en que demuestran su destreza técnico-musical las bandas el respeto del público ya lo tienen. Pero es que éstas, la de Villaviciosa y la Gigia Sax Band, además tienen el cariño y la entrega hasta del más profano. Porque la cercanía, gracia y humor que sus líderes y colaboradores demuestran es lo que les hace conectar con la gente. Música para el pueblo con el pueblo. Helo ahí.

lunes, 5 de marzo de 2012

Pueblo Viejo de Belchite: 'escombros' históricos para espantar el olvido


ROSA VALLE. "Pueblo viejo de Belchite, ya te rondan zagales. Ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres", reza una pintada sobre la desvencijada puerta del cadáver de la iglesia de San Martín de Tours, en lo que queda de las Ruinas Históricas del emblemático lugar.


Pocas décadas le quedan a los pedruscos y ladrillos que sobreviven, en anárquica composición, a la famosa contienda de la España enfrentada del 37. Más que ruinas, son escombros históricos, que reclaman a gritos un poco de mimo. Vale que es la devastación lo que nos lleva hasta allí, el ¿morbo? de la destrucción. Pero la mano de la protección del patrimonio no estaría de más que acariciase el maño lar, para preservar ese bastión de la Guerra Civil Española para los ojos de generaciones futuras. Ver para alargar la memoria. Ver para espantar el olvido.


Me he quedado con las ganas de una visita con cicerone profesional, pero el gusano de pisar sus cascotes, imaginar otros tiempos, de goce, y después de contienda, ya me lo he quitado. Recomiendo la escapada. Volveré, Pueblo Viejo de Belchite, a azuzar el oído para desenterrar tus jotas para mis oídos.

miércoles, 22 de febrero de 2012

El Bibio enmarca el carnaval

La escuela convierte a sus alumnos en figuras de cuadros de Díaz de Orosia, un autor que retoma su serie antroxera a partir de manchas de color infantiles

La Nueva España/A.R..- El artista gijonés Roberto Díaz de Orosia nunca podrá decir que los niños no son fuente de inspiración. En su caso, las manchas de acuarela con las que los alumnos de 3 años de la escuela laboral infantil El Bibio llenaron unos cuantos folios en blanco le han servido de inspiración para retomar su serie de figuras carnavalescas.

Obra inédita de Díaz de Orosia a partir de un dibujo
de los menores de El Bibio. // LNE


Una chica cancán, un oso, caballos, flores y arlequines acabaron apareciendo, gracias al ojo del maestro, en lo que poco antes sólo eran unos folios coloridos que los niños regalaron al artista tras su colaboración con la escuela. Porque este año, en El Bibio han enmarcado el Carnaval y lo han incorporado al innovador proyecto de arte que la escuela lleva desarrollando en los últimos cursos. Un proyecto que con anterioridad les permitió estrechar lazos y conceptos artísticos con la asturiana Paula Fernández, y el mismo que les llevó a participar con gana en los talleres de Laboral Centro de Arte.

«El arte es una constante en la agenda educativa de esta escuela», sostiene Mari Cruz Collado, directora de El Bibio. Cuando surgió la propuesta de buscar una colaboración con Díaz de Orosia, en el centro aseguran que «hubo quórum rápido. A favor jugaba el hecho de que es un pintor asturiano, accesible, costumbrista, con un contenido plástico muy adecuado para trabajar en las aulas a edades tempranas y que ha abordado prolijamente el Carnaval y también los bodegones», lo que de cara a los niños parecía muy adecuado. Así fue como entró Díaz de Orosia en el centro, con el ánimo de introducir a los niños de 2 a 6 años en sus tramas de Carnaval, y a los menores en los bodegones, aprovechando que las frutas les son familiares, «ya que es algo que prueban, conocen y chupan», explican desde El Bibio.

El proyecto educativo llevó a los niños al taller del artista; a pintar con tizas el cuadro «Mazcaritas», de Orosia, pero sobre los propios retratos de los alumnos; a llevar su pasión por el color a los folios y, también, a pintar murales que simulaban obras de Orosia, ante las que los propios escolares posaron como figuras de su Carnaval, imitando toda la composición las obras «Mascarada» y «Carnaval en Gijón».

Y aunque ahí, en una fiesta donde el Carnaval y el arte se fundió en un todo, podrían haber acabado los dos meses de trabajo entre El Bibio y Orosia, al final hubo un añadido aún mejor. El hecho de que, con algunos de los trabajos infantiles entregados a Orosia, él también encontró una fuente de inspiración. Y sigue el Carnaval

jueves, 16 de febrero de 2012

Roberto Díaz de Orosia retoma su serie pictórica del Antroxu inspirado en las acuarelas de los alumnos de la Escuela Infantil El Bibio


El pintor gijonés crea una veintena de obras inéditas de personajes antroxeros a partir de las manchas de color con que le obsequian los niños en una visita a su taller de la Casa Rosa
La iniciativa se enmarca dentro de un innovador proyecto de arte de la Escuela Laboral en torno a la figura del autor plástico

ROSA VALLE.- Mañana, 18 de febrero, cuando los peques de la Escuela de Educación Infantil El Bibio, de Gijón, posen ante los fondos murales que ellos mismos han pintado con sus pequeñas manos imitando los cuadros Mascarada  y Carnaval en Gijón -obra del pintor Roberto Díaz de Orosia (Gijón, 1948)-, culminarán casi dos meses de innovador proyecto de educación y arte en torno a la figura del autor asturiano. Un proyecto del que el balance no puede ser más positivo, según constata la directora de la Escuela Laboral Infantil, Mari Cruz Collado, y con el que el carismático artista plástico se ha volcado. Muestra de la implicación de Díaz de Orosia con la iniciativa artística de El Bibio son la veintena de cuadros que el pintor ha creado ex profeso, espontáneamente, a partir las tantas manchas de color que los alumnos le regalaron en una de sus visitas a la Casa Rosa del creador en La Guía.


Una chica de can-can, un oso, unos caballos, unas flores, unos arlequines… Es asombroso ver cómo de unas manchas que componían un dibujo abstracto, confeccionado a acuarela por unos niños de 3 años, el pintor gijonés, con su técnica rápida de grandes manchas de pigmento, saca unas u otras figuras. Los niños le entregaron un dossier gráfico con sus creaciones escolares y él les devolvió el gesto presentándose recientemente por sorpresa un día en el centro con las pinturas que la obra de los niños le ha inspirado.

Luego, en las aulas, los niños han bautizado esas obras inéditas de Roberto Díaz de Orosia como La chica del vestido azul, Hipopótamo, Gatita o Flores, entre otros nombres. En fin, con la realidad física que ellos identifican, bajo su prisma infantil, en esos cuadros inéditos.
El pintor, con su “magia”, trasladan las docentes del centro, ha conquistado a los niños, que, a raíz del proyecto, le agasajan cada vez que se lo cruzan por la calle y que no pueden estar más contentos con el regalo gráfico y la atención con que el artista ha correspondido su limpia y entusiasta entrega a su obra.
Génesis del proyectoEl origen del proyecto educativo de El Bibio en torno a Roberto Díaz de Orosia se remonta a la reunión que el equipo docente tuvo a finales del pasado curso para enfocar la programación del presente. El arte es una constante en la agenda educativa de El Bibio. Surgió la propuesta del pintor gijonés y rápido hubo ‘quórum’. A favor de la propuesta de Díaz de Orosia jugaban  varios factores: pintor asturiano, accesible, costumbrista, con un contenido plástico muy adecuado para trabajar en las aulas a edades tempranas y que h a abordado prolijamente el carnaval y también los bodegones en una etapa clave de su obra.

Así que en enero y febrero, Roberto Díaz de Orosia, a través de sus cuadros del Antroxu, para los chavales de 2 a 6 años, y de sus bodegones, para los menores de 2 años, se colaba en las aulas del reputado centro gijonés de Educación Infantil.
Son los benjamines de 0 a 2 años quienes han trabajado en torno a los bodegones, ya que las frutas son para ellos “algo que conocen, que prueban y chupan”, un elemento “más sensorial” que las sevillanas, payasos o diablos de los cuadros de El Antroxu, explican desde la escuela. De hecho, estos grupos se disfrazarán de frutas el próximo viernes.
A partir de 2 años, la inspiración vía Roberto Díaz de Orosia para los ‘artistas’ de El Bibio ha sido la cromática carnavalera del creador en la década de los 80 y principios de los 90. Entre las distintas acciones metodológicas desarrolladas en el marco del proyecto de innovación, destaca, por ejemplo, un taller de fotografía y pintura, en el que los alumnos, pintaron con tizas el cuadro Mascaritas (1992) de Díaz de Orosia sobre sus propios autorretratos y, finalmente, lo fijaron con laca.
El cooperativismo, la elección democrática por parte de los propios niños, la participación de toda la comunidad educativa… son características que se repiten en todos los proyectos educativos de la Escuela Laboral Infantil El Bibio. Los alumnos han elegido ellos mismos de qué personaje de los que aparecen en los cuadros del Antroxu se quieren disfrazar y, así, han ido apareciendo sevillanas y sevillanos, diablos, arlequines o soles, que las familias han llevado a la tela, en los talleres que, como es tradición en estas fechas, se desarrollan en el centro.
Los menores también aportan su parte al disfraz, manos a la obra en las aulas, sobre todo con los complementos: collares, cuernos, rabos, tridentes, etc.
El resultado de este trabajo en equipo entre niños, familias y educadoras son unos originales y meritorios trajes de carnaval, que el próximo viernes los convertirán en personajes pictóricos de Díaz de Orosia, cuando posarán ante las torres del Palacio de Revillagigedo y las sombras de color de Mascarada, en su especial y artística fiesta de carnaval escolar.

Por su parte, los alumnos del segundo ciclo de Infantil (3 a 6 años), han trabajado también el proyecto desde la lectoescritura. Cada uno ha tenido que confeccionar un dossier individual sobre la figura del artista plástico gijonés, con la información aprendida.
Anterior al proyecto en torno a Roberto Díaz de Orosia es  el proyecto artístico que marcó el pasado curso escolar en El Bibio. Tuvo por eje a la artista asturiana Paula Fernández. Mediante pantis de mujer preñados con frutos secos, hojas de árbol y otros elementos naturales convertidos en arte, grafitis, botellas de colores que colgaban de los árboles, setas de papel o espirales humanas, los alumnos reprodujeron libremente obras de artistas contemporáneos de distintos países, como Cy Twombly, Angela Bulloch, Katharina Grosse, Trevor Reese y Ernesto Neto, entre otros. El resultado técnico y visual fue recopilado por el centro en una edición fotográfica bajo el título Arte en El Bibio.
Los campamentos de verano que organiza el centro, con la colaboración de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, son otros de los espacios artísticos que la escuela de El Bibio abre a los pequeños dentro de su proyecto docente.