Nunca me paré ante un pintamonas (sin mala leche uso el término) del mundo para que me hiciese un retrato.
Lo ha conseguido, la caricatura, hoy mi mica sin esfuerzo y en un plis. No he tenido tiempo a pasar por la pelu ni a hacerme las cejas, pero no he salido tan mal.
Sin tirar de mano bohemia ni rollito de artista callejero frente a monumento principal, así luzco.
En versión picassiana tod@s somos bombón.
(Estoy por usarla para las redes sociales. Hummm)
No hay comentarios:
Publicar un comentario